Hoy retorno triunfalmente en una época del año
en que no hay Sandías (si no entiende revise aquí :3) para hablar de una
situación que afecta a un gran número de chilenas y chilenos y que,
lamentablemente, aún nadie ha tomado en cuenta en la encuesta nacional de
salud; ¡qué depresión post parto ni que síndrome del nido vacío!, ¡Chao con las
crisis de pánico, el síndrome de Peter Pan!, ¡El estrés, las pelotas!
El drama
del que estoy hablando es la crisis de fin de serie. Si señoras y señores,
porque siendo las 22:57 del día domingo me encuentro en pijama escribiendo con
“Tolerancia Cero” haciéndome de soundtrack con un severo caso de “depresión
post barco” … y ojo que no soy sólo yo, ¿eh? Si agudizan el ojo verán que las
redes sociales están llenas de viudas de Dexter, Breaking Bad y prontamente
lo será también de How I met your mother (mis condolencias a tod@s l@s
viud@s). Y es que después de haberte dedicado meses e incluso años a seguirlas,
haber disfrutado el dolor de poto que te daba estar sentado toda una tarde
cuando daban maratones, saberte los diálogos de memoria y, en algún momento,
creer que la custión era verdad, ¡¡cómo no va a doler que se acabe!!
¿Qué nos queda? Así mismito como en el amor HAY MAS PECES EN EL MAR y ya
podremos vaciarnos con otras series, pero a diferencia de l@s ex, las series
podrán ser reemplazadas pero jamás olvidadas.
Así que ya saben como dicen “Si amas una serie déjala ir, si regresa con una
nueva temporada una trama imperdible y personajes pulentos era tuya; si no…
cuchillo de palo, mono con navaja, amanece más temprano y es porque piedras
trae o que se shó
Por Javiera viuda de Garmendia (el barco) :’(