Ojalá que junto
con el 18 y la “semana de vacaciones” también haya pasado esa
horrible sensación llamada “caña”, la que muchos consideran un
castigo divino inmerecido, al no acordarse que se hicieron mierda
carreteando de sol a sol durante una semana COMPLETA.
Que lindo es el 18
y que linda es esta fecha, cuando de apoco cesan las lluvias y
comienza a hacer calor; las niñas de los colegios comienzan a
hacerle la basta a la falda y a ir más desabrigadas a clases,
mientras sus compañeros de curso elevan volantín y juegan a la
payaya pensando en ellas… recuerdos imborrables para Manuela, quien
por muchos años atestiguó esta situación.
Para mí estos días
fueron de reflexión, ya que me pregunté muchas veces cómo vivían
esta fiesta en el pasado. Me imaginé a esas primeras ramadas, el
primer brindis con chicha en cacho de los primeros chilenos por la
independencia de nuestro país, y me imaginé como hubieran celebrado
personajes importantes de nuestra historia en la actualidad.
Es intrigante
pensar en cómo lo pasarían personajes como los hermanos Carrera,
bailando las baladas románticas de “nene malo” en una ramada de
nuestro campo criollo; o al gran Manuel Rodríguez llegando en un
auto tuneado –como los cuicos- a una “chingana” bautizada con
elegantes y pintorescos nombres como “Elsa polindo cocinería”, o
a ilustres visitantes extranjeros como Andrés Bello o Charles
Darwin, siendo recibidos al país con una “caña” de terremoto o
con una “pipa de la paz” hecha con paraguas de luca quinientos.
En fin, esta es una
celebración que da para todo, porque en esta fecha todo Chile es
amigo, desde el arrendatario con el dueño de la casa (que no le paga
el arriendo), la esposa con su marido (que se lo banca a diario a la
hora del pit(c)o llegando afirmado en los mocos de ebrio), el tio
Emilio con sus amigos flaites (que grava cuando se cagan a la gente)
, hasta el chofer de micro con los estudiantes (que les sonríe a
diario cuando le muestran el pase escolar. En estos días todo es
patriotismo, todo es amor.
Sin embargo este
zenit acabó, y quizás muchos fueron víctimas del fuerte golpe de
volver a la realidad. Ya no se puede despertar curao porque hay
trabajo, colegio o universidad; ya no se puede comer cebolla ni weas
hediondas , porque no pega andar con mal tufo sano y bueno;
y menos vivir como vagabundo porque la vida exige que seamos
responsables y bien portados.
Vuela alto maldito
18 que te llevaste a Ricarte Soto, vuela alto satánico mes dejó en
banca rota a muchos estudiantes por saciar sus necesidades mundanas,
vuela alto para que llegue noviembre y disfrutar de la hermosa
primavera; y vuela alto cochino mes para que lleguen el fin de
semestre y el año nuevo y así tus viudos puedan vivir nuevamente
gracias al néctar de la vida compuesto por: copete,drogas y lujuria.
Adiós inmundos libertinos.
Atte. Pablo Danton.