No recordaba lo difícil que era escribir una entrada para un blog tan popular como este; le di mil vueltas al asunto antes de sentarme frente a la pantalla a vomitar las primeras líneas de lo que debería ser el remember menos esperado de la historia de esta pocilga (y que los "entendidos" llaman medio alternativo, alias blog).
La premisa era sencilla y no muy prometedora: La vida moderna de @DTapiav, una sección que alguna vez yo mismo bauticé para dar inicio a una seguidilla de anécdotas sobre los desastres de mi propia vida. Claro que la mayoría estaba exagerada, pero al menos mantenía la esencia del momento para terminar con el clásico "¡Ay, Daniel, que eres exagerado!" a la espera de que en algún momento pudiera yo mismo cerrar la escena con un "te lo dije" al puro estilo de Alfred en las Batman de Nollan. Aunque estoy seguro que en realidad eso sólo pasaría en mi mente.
Comenzar a relatar un hecho "moderno" no debía ser tan difícil considerando que el protagonista de esta sección soy yo mismo, pero al final esto es igual a cuando en el colegio nos daban "tema libre" para tratar nuestros trabajos, y que funciona también para cuando compras un combo en una fast-food y te hacen escoger la bebida o el sabor de la salsa del helado. Son simplemente cosas que no estaban en tu check-list de cosas por pensar.
Y así como existe ese check-list de cosas por hacer, esto vendría a ser como el libreto perfecto para una éxito de taquilla en un cine rural: no es muy novedoso, pero al menos va a entusiasmar al público.
"Ay, Daniel, que eres exagerado"
Y así como existe ese check-list de cosas por hacer, esto vendría a ser como el libreto perfecto para una éxito de taquilla en un cine rural: no es muy novedoso, pero al menos va a entusiasmar al público.
"Ay, Daniel, que eres exagerado"